GRAN TORINO
TITULO: Gran Torino
AÑO: 2008
DURACIÓN: 119min
PAÍS: EE.UU
DIRECTOR: Clint Eastwood
GUIÓN: Nick Schenk
MÚSICA: Kyle Eastwood, Michael Stevens
FOTOGRAFÍA: Tom Stern
REPARTO: Clint Eastwood, Christopher Carley, Bee vang, Ahney
Her, John Carroll, Lynch, Cory Hardrict, Brian Haley, Geraldine Hughes, Dreama
Walker, Brian Howe, Doua Moua, Sarah Neubauer, Chee Thao
GÉNERO: Drama, racismo
“UNA CLASE MAGISTRAL
DE VALORES”
Tras un
proyecto de la grandeza de “El intercambio”, Clint Eastwood rompe con su
promesa de no volverse a colocar delante de las cámaras. Pero en este caso,
parece que el personaje escrito por Nick Schenk no podía interpretarlo otro de
la misma manera y tan fiel al estilo del personaje como lo ha sido el director
de la obra.
Si bien la
ya citada obra “El intercambio” destaca por su grandeza, “Gran Torino” lo hace
por su sencillez, que se convierte en la mejor característica de la obra para
acercarse más al espectador y transmitirle los valores que pretende Nick Schenk
desde su guión.
Clint
Eastwood abandona los dos géneros que le proporcionaron un lugar en el cine,
como son el western y el thriller, convirtiéndose el personaje de Walt Kowalski
en acto metalingüístico de repaso a todos los personajes a los que Clint
Eastwood ha dado vida.
Walt Kowalski, personaje al que
da vida el actor/director Clint Eastwood, es un veterano de la guerra de Corea
(1950-1953). Obrero jubilado del sector del automóvil. La historia comienza
cuando Walt queda viudo. Durante la misa fúnebre de la esposa, se nos presenta
la extraña relación que Walt posee con su hijo y con su nieta. Una relación que
bien podría pasar por la misma que la de dos familias desconocidas. Un hijo que
no se preocupa apenas por su padre, y un padre que no sabe nada de la vida de su
hijo y de su nieta. Una relación que se
ha ido enfriando con el tiempo y que parece estar condenada a desaparecer tras
la muerte de la esposa de Walt.
Con este conflicto se nos
presenta la importancia del valor familiar y de cómo la dejadez puede acabar
por convertir a padre e hijo en dos desconocidos que se encuentran en el
funeral de la que ha sido la mujer más importante de sus vidas, según la
describe Kowalski.
El gran Torino del 72 se
convierte en el elemento central de la película, convirtiéndose en vehículo que
conduce a tratar temas como el cambio de época, el respeto, la amistad, la
familia, etc. El gran Torino es el único contacto que a kowalski le queda con
aquellos tiempos en los que su personaje está estancado
Walt Kowalski es un viejo gruñón
al que le cuesta trabajo asimilar todos los cambios que se están produciendo a
su alrededor, especialmente la llegada de inmigrantes asiáticos a su barrio.
Una familia de Hmong, vecino de Kowalski, se ven sumergidos en un problema
cuando una banda callejera asiática intenta que Thao, el menor de la familia
Hmong, para cumplir con su “ceremonia de bautizo”, que no es más que la
aceptación del joven a la banda, robe a su vecino el gran Torino del 72, lo que
se convierte en un fracaso cuando el señor Kowalski sorprende al joven inocente
en su garaje intentando robarlo.
Las bandas callejeras se
convierten en el epicentro de todos los problemas a los que se enfrenta
Kowalski durante el filme. Se nos presenta una segunda banda callejera, de
negros del barrio, que intentan imponerse sobre la hermana de Thao. Kowalski no
soporta las injusticias y ayuda a la hermana de Thao a librarse de estos negros.
La hija de los Hmong a partir de éste momento regala al señor Kowalski todo el
cariño que sus hijos no le dan.
El valor de la tradición familiar
y del respeto y agradecimiento se muestran a partir de este momento en el que
Kowalski ayuda a la hija de los Hmong, acercándose casi diariamente éstos a la
puerta del señor Kowalski a dejarle grandes banquetes de comida y flores.
Kowalski es invitado por la hija
de los Hmong a una reunión familiar, en la que el chamán de la familia hacer a
Kowalski replantearse su vida, su existencia, mostrándole todos sus demonios.
Kowalski no vive en paz por todas las atrocidades que cometió en Corea.
Es entonces cuando la familia de
los Hmong pone a disposición del señor Kowalski a su hijo Thao durante dos
semanas para que trabaje para él y así estar en paz por el incidente del
intento de robo del Gran Torino. Al principio, Kowalskii se niega, pero acaba
comprendiendo la importancia de la tradición para la familia de los Hmong y
accede . Es aquí cuando comienza la relación de Kowalski con Thao. Una relación
de amistad verdadera, cuasi de padre e hijo, en la que Kowalski enseña a Thao todos
los valores que para él son importantes. Mediante esta amistad, Kowalski se
enfrenta a sus miedos e intenta remendar de alguna manera sus actos. Esta
relación les unirá cada vez más hasta llegar al nivel de confianza que sólo las
grandes amistades poseen. Mediante esta relación, Clint Eastwood explica la
importancia de la amistad y de la confianza.
Una figura importante en el film
es la del Pater, personaje con el que Kowalski mantiene un dilema desde el
fallecimiento de su esposa, cuando el Pater persigue a Walt a todos lados,
intentando cuidar de el, como le prometió a su difunta esposa, y que se
resuelve al final de la obra.
El señor Kowalski se confiesa
antes de tomarse la justicia por su mano, y lo hace dos veces, una falsa ante
el Pater, y otra verdadera ante su amigo
Thao, al que deja encerrado para que no cometa ningún error.
Walt Kowalsi sacrifica su vida
para hacer justicia ante el hecho tan atroz que la banda ha cometido, pero
también para poder estar en paz con el mismo. El personaje al que da vida Clint
Eastwood fallece, y el público ha aceptado esto de buena mano, ya que en obras
anteriores como “El seductor” y “El aventurero de medianoche” con final
idéntico, habían fracasado.
El filme abre y cierra con un
funeral, al comienzo el de la esposa de Kowalski, y al final, el del propio
Walt Kowalski, resolviendo así el dilema que mantenía con el Pater sobre la
vida y la muerte.
Gran Torino, sin duda, es un
ejemplo de valores morales, donde la importancia de la familia y de la amistad
juegan un papel muy importante. Clint Eastwood continua creciendo
cinematográficamente y esperemos que nos sorprenda con muchos más títulos como
éste, cargados de temas tan sugeridos en la actualidad y tan importantes para
uno mismo.